Personal del Programa de Atención Integral a la Violencia Familiar y Adicciones (PAIVFA) de la Dirección General de Salud Municipal dio a conocer que en marzo y abril se registraron más de 700 arrestos por faltas administrativas de los cuales unos 560 fueron canalizados para recibir ayuda.
Oralia Soria, coordinadora de Salud Mental del Municipio indicó que de estas personas un 40 por ciento acepta el apoyo que se les da para una rehabilitación, mientras que el resto cumple con su estancia en una de las terapias, pero ya no regresan.
El esquema de violencia familiar y adicciones instrumentado con psicólogos en las instalaciones de Barandilla de las estaciones Babícora, y Aldama ha encontrado que la mayoría de los remitidos a estos lugares llegan por su necesidad de consumir algún tipo de sustancia ilícita, por encontrarse ebrios o por que han golpeado a mujeres, hombres o hijos.
Explicó que en algunas de estas remisiones se les detiene por encontrárseles en el robo de un domicilio particular, pero al entrevistarlos el personal de salud mental se percata de que lo hace con tal de conseguir dinero con la venta de lo hurtado para continuar con el consumo de drogas.
Aunque en la papeleta que firma el agente de la SSPM refiera que el motivo de la detención fue por riña, por robo, por escandalizar en la vía pública o hasta por orinar en la vía pública lo que realmente está detrás de eso es la cocaína, la marihuana, la heroína o el alcohol.
Dijo que como parte de las tareas que realiza el PAIVFA es enterarse de cada uno de los motivos por los que ingresan los arrestados por los agentes municipales y una vez que leen las boletas acuden con las personas para ofrecerles el apoyo.
Explicó que debido a la falta de psicólogos no se ha podido ofrecer la ayuda a todos los que son prospectos a ingresar al programa.
Dijo que en días pasados estuvieron arrestados 35 personas drogados, alcoholizados o por haber golpeado a sus esposas, pero debido a que en ese momento había únicamente dos psicólogos no pudieron atenderlos a todos, apenas alcanzaron a hablar con 18 de ellos.
Indicó que de lunes a domingo laboran de las 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde, por lo que todos aquellos que llegan durante la tarde y madrugada difícilmente se les puede dar seguimiento.
Explicó que mucha gente se va debido a que entran en turnos donde no hay personal, pero además hay otros casos que llegan todavía muy intoxicados y en esas circunstancias se tienen que dejar pasar cinco o seis horas para poderlos abordar.
Para poder abarcar al 100 por ciento de los remitidos se requiere de más personal, sobre todo porque se ha visto que los infractores que aceptan ayuda empiezan un periodo de rehabilitación en el que involucran a su familia.
En estas circunstancias, aseguró, es más factible que se tenga éxito, ya que las personas en su entorno lo ayuda a salir más pronto de su situación de adicción o de violencia familiar.
Dijo que en este tipo de situaciones a la persona que se le somete a tratamiento se le entrega una carnet en el que los responsables del programa de rehabilitación que los atiende los sellan para certificar que si acuden a las sesiones.
Al terminar la semana esa credencial es presentada ante el personal de PAIVFA para acreditar que están cumpliendo con el compromiso que hicieron.
Mencionó que en los casos en los que no asisten a los cursos se les hacen visitas domiciliares en donde se descubre que su hábito de consumo o situación de violencia familiar no los han dejado.
Dijo que el PAIVFA es auspiciado con recursos del programa Todos Somos Juárez y aplicado con personal del Colegio de Psicólogos.
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