sábado, 14 de mayo de 2011

Infanticida confesa escondía embarazos con un poncho - La Cuarta

Una vida marcada por la violencia doméstica fue la que pasó en Chillán la mujer que es investigada por asesinar a tres hijos recién nacidos.


Magdalena Torres Contreras (36) habitaba un cité en Cerrillos, pero hasta mediados de la década de los años 90 vivió en la ciudad de las longas.


La infanticida fue vecina de la villa Luis Cruz, donde conoció y luego convivió con Jaime Arenas Altamirano.


La pareja tuvo dos hijos que hoy tienen 17 y 19 años y que son los muchachos con los que Magdalena vivió hasta el martes en la población Buzeta de Cerrillos.


Datos reunidos por La Cuarta indican que la mujer se embarazó por primera vez cuando todavía era menor de edad y que su convivencia con Jaime Arenas estuvo marcada por los golpes, el alcoholismo y la violencia sexual.


Las agresiones tuvieron un sangriento final en septiembre de 1994, cuando Magdalena fue víctima de una golpiza y a las pocas horas de la paliza su marido apareció muerto en la casa de calle Antártica. Las primeras averiguaciones apuntaron a que la mujer había estrangulado con un lazo a su esposo, por lo que fue detenida por el delito de parricidio.


Mientras Magdalena esperaba que le saliera la condena en la cárcel, la policía estableció que Jaime Arenas se había colgado en el living, por lo que en enero de 1995 el Tercer Juzgado del Crimen de Chillán la dejó en libertad con el pago de una fianza.


Después de aclarado el hecho, Magdalena se viró a Santiago con sus dos hijos y se arranchó en el cité de calle San Andrés.


En la capital convivió con varias parejas ocasionales y tuvo otros dos críos: Uno que ahora tiene 14 años se lo entregó a un hermano y el otro de 10 quedó bajo la custodia de su padre.


Según la propia confesión de la mujer, en 2008 volvió a quedar embarazada de gemelos o mellizos, los que después de escucharlos llorar ahogó en la taza del baño. La misma funcia ocurrió el año pasado, cuando asfixió con una frazada a una tercera guagüita recién nacida.


Cuando sus vecinos de calle San Andrés le preguntaban por sus embarazos, Magdalena Torres se enojaba, comenzaba a usar ponchos o les decía que sufría de un tumor en el colon.


Magdalena Torres mañana será formalizada por delitos reiterados de infanticidio.

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