El 'binge drinking' o consumo de alcohol en grandes cantidades puede
provocar en los jóvenes cambios en el cerebro que generan en su vida
adulta problemas para adaptarse con éxito a las situaciones cambiantes
de la vida. Así lo demuestra un estudio realizado por el Centro Bowles para Estudios sobre el Alcohol de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos.
Cada fin de semana, son muchos los grupos de jóvenes que se reúnen en
torno a la conocida práctica del 'botellón' para beber cantidades
ingentes de alcohol de un 'atracón'. Las consecuencias no se reducen a
los síntomas de la resaca que suele acompañar al día siguiente. Los
verdaderos efectos secundarios se producen a largo plazo. Según el
estudio que lleva realizando el Centro Bowles durante más de una década,
beber sin moderación puede afectar a la capacidad de decisión de los
jóvenes en su vida adulta.
¿QUÉ TRASTORNOS PRODUCE?
"Nuestros descubrimientos sugieren que los individuos que practican el
'binge drinking' durante la adolescencia podrían tener más posibilidades
de sufrir déficits en ser capaces de adaptarse con éxito a las
cambiantes situaciones de la vida adulta, posiblemente debido a cambios
químicos o estructurales en el cortex frontal", señala Fulton Crew, profesor de Farmacología y director del Centro Bowles.
Entre los 12 y los 20 años se produce un período esencial en el desarrollo de nuestro cerebro.
Es un momento en el que el crecimiento del cortex, nuestra materia
gris, alcanza un pico y está asociado con una gran reorganización de las
neuronas. Es ese el momento en el que los circuitos neurales son más
sesibles a los trastornos. Algunas teorías apuntan que esta remodelación
cerebral durante el desarrollo ayuda al adolescente a adaptarse a las
demanda de la vida mientras madura hacia la edad adulta.
REDUCCIÓN DE ACTIVIDAD
Entre los cambios cerebrales asociados al 'binge drinking', una imagen
de resonancia magnética ha revelado un menor volumen y talla del
prosencéfalo en animales adultos. Además, otros experimentos mostraron
que los animales expuestos al alcohol presentaban una flexibilidad
conductual mucho menor que el resto.
Los neurotransmisores son las sustancias químicas que
permiten la transmisión de señales de unas neuronas a otras a través de
las terminaciones nerviosas. Este estudio ha revelado también que las
reducciones en la actividad de algunos de los mayores genes
neurotransmisores 24 horas después de un atracón de alcohol en animales
adolescentes. En adultos, se demostró incluso una mayor reducción,
próxima al 73 por ciento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario