Narciso era un joven de gran belleza a quien todos admiraban. Pero él, lleno de vanidad y orgullo despreciaba y rechazaba a todos sus amantes, tanto mujeres como hombres. La ninfa Echo estaba perdidamente enamorada de él, y cuando Narciso la rechazó ella se consumió en su dolor hasta quedar transformada en una simple voz. Un muchacho a quien Narciso había despreciado del mismo modo, rezó a los dioses para pedirles que se amara a sí mismo sin descanso. La diosa Némesis escuchó sus ruegos e hizo que Narciso se parase a beber en un manantial en la cima del monte Helicon. Cuando vio su propia imagen reflejada en el agua se enamoró al instante de ella, pero no podía abrazarla porque cada vez que lo intentaba la imagen se desvanecía con el movimiento ondulante de las aguas. Incapaz de dejar de contemplarse, se quedó allí hasta que murió de hambre. Pero no fue su cuerpo lo que permaneció, ya que en su lugar apareció una flor.
¿Cuáles son las características del narcisismo?
Grandiosidad.
El narcisista se cree enormemente importante, considerándose por encima de cualquier persona, incluida su pareja o amistades.
Necesidad de aprobación.
Tienen una gran necesidad de sentirse aprobados y admirados por los demás, quienes, sin duda, tienen que saber lo maravillosos que son.
Falta de empatía.
No es capaz de ponerse en el lugar del otro y compartir sus sentimientos. Puede sentirse ofendido si un amigo le dice que no puede ir a su fiesta porque acaban de ingresar a su madre en un hospital.
Muestran desdén hacia sus parejas.
Piensan que deben sentirse queridos por ellas sin necesidad de corresponderles. Muchos ven a los demás de forma negativa y pesimista.
Negación.
Niegan quienes realmente son y adoran a la imagen sobrevalorada que tienen de sí mismos. Niegan sus sentimientos de depresión y cualquier trauma que hayan podido sufrir.
Envidia.
Envidian a los demás y creen que los otros son envidiosos también.
Arrogancia e intolerancia a las críticas.
La persona narcisista se siente ofendida con facilidad, reacciona con rabia cuando la critican, tratando de destruir o infravalorar a esa persona.
Manipulación
Dado que consideran que los demás están ahí para satisfacer sus necesidades, no dudan en manipularlos y en tratarlos como objetos que le sirven para lograr sus objetivos.
Fantasías
Fantasea con lograr éxito, admiración, belleza, poder en cantidades ilimitadas y con encontrar el amor ideal y perfecto.
Se consideran los mejores en su trabajo
Incluso por encima de sus superiores o de sus profesores en el caso de estudiantes. Irradian una imagen de gran seguridad en sí mismos y pueden ser capaces de convencer a otros de que no hay nadie mejor que ellos. No toleran el fracaso y esto puede llevarlos a veces a no arriesgarse.
Interpretación distorsionada de los resultados y recuerdo selectivo.
Exageran sus éxitos y se atribuyen mayores habilidades que los demás al conseguirlos, mientras que atribuyen los fracasos a circunstancias externas.
Otros sentimientos
Vergüenza, humillación, depresión, manía. Se ha asociado con anorexia nerviosa y abuso de cocaína.
¿Cómo se llega a tener una personalidad narcisista?
1. El narcisismo infantil.
Cierto narcisismo es normal y deseable durante el desarrollo infantil. Los niños pequeños ven cubiertas todas sus necesidades y los demás parecen estar ahí para servirlos de inmediato. Durante el proceso de construcción de su identidad, necesitan sentirse admirados y reconocidos por sus padres, necesitan sentirse valorados como seres únicos. Se sienten amados por ser quiénes son y no por lo que pueden hacer por los demás. Aprenden a reconocer y confiar en sus propios sentimientos porque sus padres reconocen esos sentimientos y los valoran sin tratar de imponerles los suyos.
Es decir, este deseo de admiración típico de los niños, se debe a una necesidad de ser reconocido como persona única y separada de otros y poder construir, de este modo, una identidad y autoestima que no dependan de la aprobación de los demás.
2. El niño/a frustrado.
Cuando esta necesidad de reconocimiento se ve frustrada, el niño o niña no se siente especial, desarrolla una autoestima baja y puede incluso pensar que esa necesidad de reconocimiento es algo malo o que puede hacer que los demás sientan envidia.
Las reacciones ante esta situación pueden ser diversas: Puede dar lugar a una personalidad dependiente, centrada en la satisfacción de las necesidades de los demás para conseguir su aprobación o puede dar lugar a una personalidad narcisista, que infla su propio ego para compensar su falta de autoestima.
Es decir, el narcisista busca la aprobación y admiración que nunca tuvo pero no quiere reconocer esta debilidad, la niega construyendo un yo maravilloso.
Lo que se esconde debajo.
- Autoestima muy baja, sensación de poca valía personal e inmadurez emocional.
- Esos sentimientos le parecen inaceptables y los oculta.
- En su lugar crea un ego grandioso y superior para compensar.
- Al ser este ego falso, necesita demostrar continuamente dicha superioridad a través de la aprobación y los elogios de los demás, ya que es el único modo que tiene de verla confirmada.
- Las críticas echan abajo esta frágil construcción. Por eso reaccionan ante ellas con tanta rabia: ven amenazada su valía personal.
- La falta de empatía procede de una preocupación excesiva por sí mismo y de la dificultad para reconocer a los demás como individuos separados con sus propias necesidades.
Situaciones que conducen a una mejoría a través del tiempo.
En una investigación se vio que los principales factores correctores tienen que ver con determinados acontecimientos vitales: los logros, las relaciones personales y las desilusiones.
1. Los logros.
Las promociones, las graduaciones, los reconocimientos, etc., suponen la adquisición de competencias realistas. Conforme dichos logros y competencias aumentan, disminuyen sus sentimientos de grandiosidad y competencia no realistas.
2. Las relaciones personales.
Lograr mantener una pareja estable suele ser de gran ayuda al narcisista. Sin embargo, no suele ser fácil para ellos encontrar a alguien. Necesitan una persona equilibrada, segura de sí misma, que los acepte tal y como son sin intentar cambiarlos y les transmita sensación de seguridad.
3. Las desilusiones.
Se trata de experiencias que echan por tierra sus creencias de grandiosidad. Sin embargo, para que esto suceda, las desilusiones deben ir a la par de los logros, o de lo contrario, el fracaso sucesivo puede llevarlo incluso a agravar su narcisismo.
El comportamiento de los padres o madres puede contribuir al desarrollo del narcisismo en los hijos
Aquí hay que tener en cuenta que:
- Los niños no sólo son educados por los padres, sino también por otros familiares, amigos, profesores, etc.
- Ante el mismo comportamiento paterno los resultados pueden ser diferentes dependiendo de la personalidad de los niños y otros aspectos del ambiente.
Las características que suelen tener estos padres son las siguientes:
- Falta de empatía
- Insensibilidad a las necesidades y sentimientos del niño.
- Están centrados en sus propias necesidades.
- Son capaces de ser muy atentos y halagadores un momento y mostrarse despreciativos y desinteresados poco después.
- Envían mensajes mixtos: hacen ver al niño que es especial y excepcional y al mismo tiempo es inadecuado o deficiente
Tipos de narcisistas
1. El dependiente.
Siente una gran necesidad de ser amado y jamás se siente satisfecho. Nunca recibe suficiente amor. Miedo al abandono y al rechazo.
El amante especial.
“Nuestro amor es único, especial, maravilloso y perfecto”. Piensa que nadie puede amar a su pareja como él o ella, que con su amor curará todas las heridas que pueda tener. Idealiza al amor y a la persona amada.
3. El poderoso.
Está enamorado del poder y lo expresa humillando o aterrorizando a sus empleados. Arrogante, desprecia a sus subordinados e “inferiores”.
4. El “cuerpo”.
Es un tipo de narcisismo muy habitual hoy en día. Su imagen tiene una enorme importancia y su autoestima está unida a dicha imagen.
5. El furioso.
Tiene estallidos de rabia frecuentes debido a su hipersensibilidad ante cualquier ofensa real o imaginada. Tiende a ver malas intenciones en las acciones de los demás.
6. El estafador.
Es una persona encantadora cuyos motivos son absolutamente egoístas. Pretende utilizar y explotar a los demás utilizando ese encanto personal. Le divierte engañar al amante confiado con infidelidades, fraudes, etc. y disfruta planeándolo.
7. El fantasioso.
Su mundo interior es muy rico y está poblado de fantasías de belleza, admiración, amor, éxito y mundos maravillosos, mientras que considera la realidad un fastidio del que querría escapar.
8. El mártir.
Su identidad está construida alrededor del hecho de ser una víctima o un superviviente de algo terrible. Se centra en sí mismo y en su propio dolor, que nunca llega a superar y no tiene tiempo para nadie más. Dentro de ese dolor se siente grande, “nadie sufre como yo”, “he tenido que soportar cosas terribles”.
9. El salvador.
“Sólo yo puedo ayudarte”, “sólo yo puedo cambiar tu vida a mejor”. Sin embargo, siempre acaba pidiendo algo a cambio, como sexo o dinero. Es frecuente en ciertos líderes religiosos de sectas.
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