viernes, 17 de diciembre de 2010

COMPRENDIENDO LA ADICCIÓN

Creo que para poder entender con mayor objetividad y claridad el problema del Alcoholismo o consumo de cualquier otro Tóxico, debemos previamente comprender por qué se llega a depender de estas sustancias. Es por ello, por lo que he considerado dedicar unas líneas a la definición y desarrollo de la Adicción, facilitándonos, posiblemente, la comprensión de la enfermedad y apartando las ideas de vicio, inmoralidad, perversión, etc., que etiqueta a la mayor parte de las personas con problemas de bebida y/o drogas.
Es importante por ello señalar, que una adicción es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación que arrastra a la persona adicta lejos de todo lo demás que le rodea.
Las Adicciones son “dependencias” con graves consecuencias en la vida real que deterioran, afectan negativamente, y destruyen relaciones, salud (física y mental), y la capacidad de funcionar de manera positiva, práctica y firme.
En consecuencia, un adicto es una persona “dependiente” de aquella cosa que domina sus pensamientos y deseos y dirige su comportamiento o conducta, y la pretensión de esa cosa se convierte en la actividad más importante de su vida.
En estados muy avanzados de adicción, para la persona que lo sufre no hay nada tan importante que la propia adicción.
Si todos estos conceptos generales los detallamos y concretamos un poco más con el alcohol, queda más claro el concepto de Adicción hacia el Alcohol y su dependencia.

¿Cómo se convierte la gente en adicta?

Algunas personas ven la adicción como una enfermedad en la cual el adicto está desesperado y tiene poco poder sobre la causa de su adicción. Otros ven estos comportamientos adictivos como una elección, es decir, porque ellos son quienes lo han elegido.
Son muchas las creencias que existen sobre el origen de las adicciones, pero no cabe duda que las principales causas que pueden explicar estas conductas (alcoholismo, drogodependencias, ludopatía, etc.) son defendidas desde un punto de vista Bio-psico-social, es decir, influye la propia biología del individuo, su personalidad y su entorno social y cultural.

Entendiendo la adicción alcohólica y su dependencia

Definir exactamente lo que se entiende por adicción no es simple. Mucha gente asocia a menudo la adicción únicamente con el alcohol o con el abuso de las drogas, pero está claro que los comportamientos adictivos van más allá. De hecho la clave de la “adicción” es una necesidad o dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, un objeto, una relación, una actividad o una cosa. De acuerdo con esto, es realista y apropiado decir que cualquiera puede ser adicto a casi cualquier cosa.
Hay seis indicadores claros de una adicción:
  1. Un objeto de deseo. Siempre hay un objeto que se desea, pudiendo ser, sustancia, cosa, actividad, o relación que conduce a la adicción, sea alcohol, comida, juego, drogas, o cualquier otra cosa que provoque ideas obsesivas y derive en conductas compulsivas.
  2. Preocupación. Exista una necesidad de la cosa que provoca la adicción.
  3. Comportamientos guiados. Es decir, se tiene que actuar para reducir la ansiedad y satisfacer la obsesión que provoca el comportamiento adictivo.
  4. Falta de control. La adicción siempre implica una pérdida de control sobre los pensamientos, sentimientos, ideas o comportamientos cuando aparece la cosa desea. Cuando un adicto intenta detener o cortar sus comportamientos adictivos, falla y esta es la clave y la característica central de la adicción y la dependencia.
  5. Dependencia. Hay dependencia respecto a lo que se anhela, física o psicológicamente, y sólo esa cosa puede satisfacer el deseo del adicto (al menos temporalmente)
  6. Consecuencias negativas. La adicción siempre va acompañada de consecuencias negativas.

La continuidad de la adicción

Un adicto no se convierte en ello de la noche a la mañana. Existe una progresión en la que primero se realizan conductas y experiencias y posteriormente pueden convertirse en adicciones.
En la mayoría de las adicciones, el uso repetido crea una “tolerancia” por la cual se necesita más y más sustancia o actividad para sentir la satisfacción que la adicción facilita. Eventualmente, el adicto tiene que utilizar la cosa (o realizar la actividad) sólo para sentirse normal. Esto es lo que realmente significa “dependencia”.
Por tanto, existe una continuidad en la adicción que va desde la pre-adición a las etapas avanzadas de dependencia. La progresión desde el uso a la adicción se puede medir de dos formas:
  1. El efecto que los comportamientos adictivos tienen sobre el práctico y sano funcionamiento personal.
  2. La intensidad de la ansiedad producida por la sustancia, actividad, relación o cosa.
Tomadas en conjunto, estas dos medidas pueden ayudar a las personas que realizan conductas adictivas a medir su progresión respecto a la adicción.

Recuperarse de la adicción

Sea física o psicológica, sabemos que se puede vencer una adicción. Millones de personas han sido ayudadas en su recuperación y muchos millones permanecen en recuperación toda la su vida.
Pero, en cualquier caso, sobre esto volveremos en páginas siguientes con el fin de poder dejar clara constancia del “cómo, por qué y para qué de la recuperación.

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