Según un informe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Austral, "el alcoholismo es una enfermedad para toda la vida".
“Ello implica que cuando una persona desea abandonar la adicción, debe comprometerse diariamente y por siempre", indicó el Jefe del servicio, Marcos Suffriti.
El compromiso y el apoyo familiar son claves para que una persona alcohólica pueda controlar su adicción, indicaron fuentes médicas.
Marcos Suffriti, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Austral (HUA), puntualizó en un informe elaborado por ese centro de salud, que "el alcoholismo es una enfermedad para toda la vida".
Suffriti sostuvo que "eso implica que cuando una persona desea abandonar la adicción, debe comprometerse diariamente y por siempre, para garantizar el éxito del tratamiento".
El especialista destacó la importancia de detectar precozmente "distintos comportamientos frente al alcohol como el abuso y la dependencia, para concientizar a la persona y a su familia a comenzar un tratamiento adecuado".
Explicó que "el abuso sugiere un consumo excesivo de alcohol y la dependencia es cuando el consumo se vuelve un hábito continuo y en cantidades crecientes".
El informe médico señaló que las causas del alcoholismo son muchas y variadas y los especialistas, remarcan que tiene una importante carga genética. No obstante, también reconocen que tener padres alcohólicos aumenta la predisposición de los hijos a padecer la enfermedad.
Suffriti admitió que "en los adultos, el estrés, la ansiedad, la angustia, la incertidumbre y las frustraciones son algunos de los factores que confluyen para el desarrollo del alcoholismo; mientras que en los más jóvenes, suele estar más relacionado con la necesidad o el deseo de ser aceptado por sus pares".
Señaló que "entre otros factores de riesgo que pueden llevar a los adultos al alcoholismo, se incluyen: estar divorciado, enviudar, padecer una enfermedad física grave o terminal y estar desocupado".
Pero insistió en que "en los adolescentes, en general los factores de riesgo son la inseguridad personal, la baja autoestima y el deseo de aceptación por parte del grupo de amigos".
Admitió que "es casi una regla que las personas alcohólicas no pidan ayuda a un especialista por iniciativa propia, sino cuando sus familiares lo exhortan a iniciar un tratamiento, debido a las consecuencias familiares, laborales y afectivas que apareja".
Suffriti dijo que "es esencial tratar el problema, para prevenir las consecuencias psicológicas como trastornos de ansiedad, depresión, trastornos del sueño y problemas familiares".
Añadió que "el alcohol también perjudica al organismo, al ocasionar trastornos gastrointestinales, neurológicos, hepáticos, hematológicos, cardiovasculares y problemas durante el embarazo".
El informe del HUA indicó que para sospechar del problema del alcoholismo y recurrir a un tratamiento hay ciertas pautas que pueden indicar la necesidad de hacer una consulta médica.
Señaló que es necesario ir a un especialista en busca de ayuda, cuando se bebe alcohol para enfrentar los problemas, el tomar a escondidas y tener tendencia a buscar excusas para beber.
También, indicó que es común en el alcohólico un deterioro cerebral precoz, inexplicable temblor en las manos y úlceras y gastritis que no responden a ningún tratamiento.
El abordaje terapéutico del alcoholismo es interdisciplinario: incluye a Alcohólicos Anónimos (grupo de apoyo), tratamiento psiquiátrico y psicológico y un seguimiento clínico permanente.
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