El síndrome de alcoholismo fetal es una de las tres causas principales del retraso mental y la única que se puede prevenir completamente.
Aunque dejar de beber es la solución más obvia, las madres alcohólicas pueden encontrar complicada la abstinencia Como sabemos, los mejores resultados contra esta adicción los obtienen los grupos de Alcohólicos Anónimos.
Recientes investigaciones han demostrado que el cerebro fetal podría blindarse específicamente del alcohol. M.F.Wilkemeyer, Michael Charness y colaboradores de la Universidad de Harvard, han descubierto que un fragmento de la proteína NAP hace que el alcohol no frustre la capacidad de las neuronas de unirse las unas a las otras durante el desarrollo (Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics. 2004 Feb 4). Con extraordinaria potencia, tanto la proteína NAP como la SAL presentaron una especificidad estructural pero les falta estereo-especificidad. Pero el péptido compuesto exclusivamente por aminoácidos D es un efectivo antagonista del etanol y resulta atractivo ensayarlo próximamente en la prevención del Síndrome Fetal Alcohólico.
Estudios previos del mismo grupo habían mostrado que el alcohol interfiere con la proteína L1, que hace que las neuronas se adhieran unas a otras
Estudios previos del mismo grupo habían mostrado que el alcohol interfiere con la proteína L1, que hace que las neuronas se adhieran unas a otras
SON ESTUDIOS SIN COMPROBACIÓN TOTAL AÚN.
La SOLUCIÓN: Educación
La solución no está en dejar de consumir alcohol cuando hay un conocimiento del riesgo. Muchas veces el daño ya está provocado y no hay manera de corregirlo. La Doctora Sonia Rincón sostiene que muchos ginecólogos recomiendan pequeñas dosis de alcohol en mujeres embarazadas como algo beneficioso. Ello, sostiene, no resulta prudente, ya que algunos organismos son diferentes de otros y no responden de igual manera a estímulos como el licor.
Según la Organización Sobre el Síndrome Fetal de Alcohol, un 20% de los nacimientos con defectos congénitos son por causa del consumo de licor.
De esta forma, los factores que rodean el entorno de la mujer, pueden servir como apoyo para que esto no suceda. El apoyo familiar, la compañía, un ambiente de armonía y la colaboración de quienes se encuentren cerca de la mujer en el desarrollo de su embarazo, son un requisito fundamental para evitar el riesgo de consumir alcohol. De la misma forma, la planificación de los embarazos puede contribuir a conseguir que en las primeras semanas de gestación no exista consumo de alcohol.
Según la Organización Sobre el Síndrome Fetal de Alcohol, un 20% de los nacimientos con defectos congénitos son por causa del consumo de licor.
De esta forma, los factores que rodean el entorno de la mujer, pueden servir como apoyo para que esto no suceda. El apoyo familiar, la compañía, un ambiente de armonía y la colaboración de quienes se encuentren cerca de la mujer en el desarrollo de su embarazo, son un requisito fundamental para evitar el riesgo de consumir alcohol. De la misma forma, la planificación de los embarazos puede contribuir a conseguir que en las primeras semanas de gestación no exista consumo de alcohol.
EN ESPAÑA:
El síndrome alcohólico fetal es la primera causa identificada de retraso mental, la tercera de malformaciones congénitas y el causante de anomalías número uno en los países desarrollados. Los mecanismos específicos por los que se producen estos efectos teratogénicos todavía no se conocen con exactitud, aunque se sabe que favorece la muerte de neuronas y disminuye la absorción de proteínas, vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento fetal. No hay curación para este síndrome. Pero lo más importante es que existe la prevención completa: basta no ingerir alcohol durante el embarazo.
ESPAÑA
ESPAÑA
España ocupa el séptimo lugar del mundo en consumo per capita de alcohol, el tercero en producción de vino y el noveno en producción de cerveza, según afirmó hoy la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya.
Moya, que intervino en un acto conmemorativo del 50 aniversario de la asociación "Alcohólicos Anónimos", indicó que hay una relación directa entre el consumo de alcohol y enfermedades como cirrosis hepática y algunos tipos de cánceres, así como con los accidentes de tráfico.
Asimismo, destacó otros consecuencias negativas derivadas del consumo de alcohol como los costes laborales (absentismo, bajas, incapacidad temporal) y, en muchos casos, violencia doméstica y maltrato infantil.
En especial, Moya hizo hincapié en el abuso del alcohol entre los jóvenes, y aseguró que éstos cada vez consumen más y en cantidades más elevadas, asociándolo frecuentemente con otras sustancias tóxicas como el tabaco, el cannabis o la cocaína.
Por ello, afirmó que las alternativas de salud pública deben abordarse desde una política global y multidisciplinar, poniendo el acento en la prevención en el ámbito juvenil, ya que el abordaje terapéutico del alcoholismo no es sencillo.
Por su parte, la viceconsejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Inés López-Ibor, coincidió en que el alcoholismo es un problema de salud pública con consecuencias de gran trascendencia, y subrayó que la prevención debe ser la herramienta fundamental.
Así, recordó que, según las últimas encuestas escolares, la edad media en la que se empieza a beber alcohol no llega a los 14 años, y el 64% de los jóvenes con edades entre 14 y 18 años consumieron alcohol en el último mes, porcentaje que es más elevado en mujeres, por lo que consideró necesario actuar tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda.
SINDROME FETAL ALCOHOLICO.
Moya, que intervino en un acto conmemorativo del 50 aniversario de la asociación "Alcohólicos Anónimos", indicó que hay una relación directa entre el consumo de alcohol y enfermedades como cirrosis hepática y algunos tipos de cánceres, así como con los accidentes de tráfico.
Asimismo, destacó otros consecuencias negativas derivadas del consumo de alcohol como los costes laborales (absentismo, bajas, incapacidad temporal) y, en muchos casos, violencia doméstica y maltrato infantil.
En especial, Moya hizo hincapié en el abuso del alcohol entre los jóvenes, y aseguró que éstos cada vez consumen más y en cantidades más elevadas, asociándolo frecuentemente con otras sustancias tóxicas como el tabaco, el cannabis o la cocaína.
Por ello, afirmó que las alternativas de salud pública deben abordarse desde una política global y multidisciplinar, poniendo el acento en la prevención en el ámbito juvenil, ya que el abordaje terapéutico del alcoholismo no es sencillo.
Por su parte, la viceconsejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Inés López-Ibor, coincidió en que el alcoholismo es un problema de salud pública con consecuencias de gran trascendencia, y subrayó que la prevención debe ser la herramienta fundamental.
Así, recordó que, según las últimas encuestas escolares, la edad media en la que se empieza a beber alcohol no llega a los 14 años, y el 64% de los jóvenes con edades entre 14 y 18 años consumieron alcohol en el último mes, porcentaje que es más elevado en mujeres, por lo que consideró necesario actuar tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda.
SINDROME FETAL ALCOHOLICO.
En las mismas jornadas intervinieron otros expertos en alcoholismo como Ginés Llorca, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Salamanca, que advirtió sobre el "síndrome fetal alcohólico", cada vez más común, que provoca que muchas mujeres alcohólicas tengan hijos subnormales o con deficiencias.
El profesor Llorca también hizo hincapié en los riesgos de recaída que sufren los alcohólicos, motivados fundamentalmente por estados emocionales negativos (35%), presión social (20%) y conflictos interpersonales (16%)
El profesor Llorca también hizo hincapié en los riesgos de recaída que sufren los alcohólicos, motivados fundamentalmente por estados emocionales negativos (35%), presión social (20%) y conflictos interpersonales (16%)
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