viernes, 17 de diciembre de 2010

En Mi Familia Hay Alguien Que Tiene Problemas Con El Alcohol

ES POSIBLE QUE EN SU FAMILIA, HAYA UNA PERSONA A LA CUAL EL ALCOHOL, LE ESTÉ CAUSANDO PROBLEMAS, TAMBIEN CLARO, USTED Y LOS SUYOS ESTÉN NECESITANDO AYUDA PARA SABER QUE HACER.

" La persona que tiene problemas con el alcohol, toma con frecuencia habitual alcohol, embriagándose o no; pero en exceso. Se da cuenta de que pierde el dominio ante la bebida; pero la necesita. Por la mañana experimenta ansiedad más que resaca. Su conducta es, aún para sí mismo desagradable; pero no lo reconoce, niega la evidencia de que bebe y se convierte n mentiroso y agresivo. Para soportar su verdad, cierra el circulo bebiendo".

Usted lo nota, lo sufre, soporta las consecuencias en casa, el rechazo o la desagradable compasión de su entorno social, los cuchicheos y las condolencias que tanto duelen, se desespera y quisiera cambiar las cosas; pero por más que lo ha intentado, no lo consigue.

Usted tiene un problema de alcoholismo; sí usted. Quién bebe es el otro; pero el problema es de todos, de la familia. .

¿Qué se puede hacer? El primer paso lo tiene que dar usted, estas líneas le ayudaran a las dos cosas necesarias e imprescindibles para solucionar el problema:

Recapacitar Y Comprender. Ya se habrá dado cuenta de que no bebe por placer, que bebe sin aparente motivo, ni necesidad, que bebe por cualquier cosa, en cualquier ocasión y una vez empezado no sabe parar. Pruebe a contestarse porqué, si sabe el daño que les hace y se hace a sí mismo, y sin embargo no lo deja, no le echa voluntad, etc.

Es porque no puede, ha adquirido una enfermedad y hay que tratarla como tal.

Es una enfermedad que abarca todas las áreas de la persona, tanto física como social y psicológicamente, así también para los familiares que también necesitan ayuda. Cuando usted tenga claro que su familiar está enfermo, entonces y sólo entonces podrá ayudarle, a los suyos y a usted mismo.

Antes no. Pues no podrá dejar las motivaciones personales a un lado, esto es, los reproches, los malos recuerdos, etc.

Ahora pensando que está enfermo, lo verá desde otro, ángulo y usted será más útil.

Recuerde que va a necesitar Paciencia y Tacto.Con más calma y tranquilidad se pueden solucionar mejor y más rápidamente las dificultades.

Cambie su actitud crítica, no sirve. Su familiar está enfermo y aunque usted no lo crea, es seguro que cuando va de regreso a casa, con su organismo repleto de alcohol, también lo lleva lleno de sentimientos de culpa. Se siente desgraciado porque se ve impotente para evitarlo, aunque no lo confiese.Por dentro sabe mejor que nadie lo que le está pasando.

No le manifieste conmiseración, lástima u odio, no ayudan mucho, el objetivo es solucionar el problema de todos, no dañar, y en el fondo, ya que siguen conviviendo juntos, debe de quedar algo del cariño inicial que le unió a esta persona.

Hágale sentir que le necesita a pesar del alcohol, pero sin presiones ni recriminaciones. No le rechace.

No le amenace ni le chantajee, no utilice argumentos sentimentales, sólo sirven para empeorar el problema y la situación. Como es una enfermedad, la necesidad de consumo es más fuerte que todo lo demás y ante todo, recuerde que necesita ayuda para dejarlo, aunque diga que no la necesita.

No haga caso de sus celos, no les dé importancia, ni trate de demostrarle, ni de razonar su fidelidad este es otro síntoma de su enfermedad, inevitable cuando se presenta. Si tiene hijos, no los distancie, ni lo rebaje ante ellos, y no los use como arma. A los enfermos no se les debe perder el respeto, al contrario, en la ayuda debe haber ante todo respeto.

Cuando una persona ha consumido, se nota la diferencia; esa persona, no es la misma, aprenda a no dialogar con el alcohol; no sirve para nada y usted está dialogando y se está irritando en vano, aproveche los momentos de lucidez, entonces es cuando debe dialogarse con TACTO, FIRMEZA Y CARIÑO. Y , cuando se note la predisposición del enfermo a emprender algún remedio, cuando manifieste aunque sea veladamente, la necesidad de ayuda que tiene, insinúe el acudir a una Asoc. , a un terapeuta o a un médico Nunca cuando haya bebido, pues se pondrá más a la defensiva.

La vergüenza dificulta la solución al problema, pedir ayuda no es una bajeza, posiblemente ya haya tapado demasiado tiempo el problema y lo único que ha conseguido es que las cosas no se arreglen. Sin duda, están peor cada vez. Actúe cuanto antes.

No es un Signo de debilidad o deshonra familiar; le puede suceder a cualquiera, como cualquier enfermedad. Usted no es culpable de la enfermedad de su familiar ni tampoco puede curarla, cada uno es responsable de su propia vida, y en vez de buscar siempre culpables, lo útil es buscar lo que tenemos que hacer cada uno y buscar soluciones pidiendo ayuda, como primer paso.

Un adicto es incapaz de controlar su enfermedad; por eso es un enfermo, no es cierto aquello de: " que realmente podría dejarlo si me quisiera ".

Necesita ayuda. Para empezar, ya no sirven las excusas, si se ha estado largo tiempo aguantando el problema por los hijos, el cariño, etc...

Precisamente, esos son los motivos por los que hay que buscar soluciones y cambiar la forma de hacerlo. El profesional le ayudará, le dará instrucciones y le apoyará, aunque en principio le cueste. El miedo a cambiar, dificulta siempre el que los problemas se solucionen. Céntrese en lo que tiene usted que hacer. Los demás ya harán su parte y los resultados, aunque tarden, llegarán.

¿No le parece más doloroso, tener un alcohólico en activo que un familiar en tratamiento?

Cuando una persona está enferma, va al médico, vaya usted también a pedir ayuda. Es una verdad incuestionable, que el alcoholismo no se supera en solitario. En las Asociaciones encontrará médicos informados sobre la enfermedad, otros profesionales especialistas y la comprensión y ayuda de otros alcohólicos y familiares que se han enfrentado y superado su problema consiguiendo soluciones. Es importante mentalizarles, de que para solucionar este problema, hacemos falta todos, el enfermo, usted, la familia, los centros de ayuda los profesionales y la sociedad en general. Recuerde que es de vital importancia que usted siga al pie de la letra estas instrucciones. Por ahora usted es quién más puede ayudar, recuerde que tendrá nuestro apoyo, y el equipo trabajamos para buscar soluciones; nunca contra el enfermo.

RECUERDE :
La puerta de la abstinencia se abre con estas tres llaves:

CARIÑO. CONFIANZA. COMPRENSIÓN.

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