Débil y muy delgado pero con la expresión triunfante de quien puede presumir de haberle dado la espalda a una dolencia mortal, Michael Douglas ha acudido a un popular programa de televisión para anunciar que el grave tumor de garganta que le fue diagnosticado el pasado agosto ha desaparecido por completo. «El tumor ya no está», dijo el actor en directo con una sencillez que sorprendió a la audiencia.Por un momento todos los rasgos de seguridad y fuerza que el actor tan bien sabe transmitir a sus personajes dominaron el pequeño plató de la cadena NBC. «Me siento bien, curado», agregó Douglas, feliz, aunque consciente de que todavía le queda un largo trecho para recuperar la salud. De entrada, está tratando de ganar los catorce kilos y medio que ha perdido durante las intensas sesiones de quimio y radioterapia a las que ha sido sometido. «Estoy comiendo como un cerdo. En un par de semanas he conseguido engordar casi seis kilos», relató orgulloso. La euforia le da para tanto que también anunció que ya está listo para volver a trabajar en una nueva película.Poco después de tener que ver cómo su hijo Cameron era condenado a cinco años de cárcel por problemas con las drogas, el actor anunció el pasado verano que padecía cáncer de garganta derivado de su adicción al tabaco y al alcohol. Unas molestias a la hora de tragar que él atribuyó a unas simples anginas lo movieron a acudir al médico. En pocas horas sabría que el problema era mucho más grave. El de garganta es de uno de los tumores malignos más complicados de diagnosticar en sus primeras etapas, ya que los síntomas tardan en aparecer, pero cuando se presentan la enfermedad es bastante dura de tratar y puede ser muy dañina. En caso de sobrevivir, las posibilidades de perder la voz o la capacidad de comer son muy altas.Aunque la lucha ha sido difícil, el actor no tuvo reparos en hacerla pública junto a su familia desde el primer momento. Sus médicos del hospital Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, en Manhattan, han destacado que buena parte del éxito de toda la terapia es el espíritu positivo mantenido por Douglas. «El tumor se encontraba en la base de la lengua y el pronóstico al comienzo del tratamiento no era nada bueno», relató su representante, Allen Burry.El interés de su esposa, sus hijos y el resto de la familia y de sus admiradores lo conmovieron más de lo que hubiera esperado durante los días de mayor sufrimiento. «Durante este tiempo hablé sobre la enfermedad con otras personas que también la padecían. Y de pronto uno valora de verdad lo que es realmente importante en la vida», agregó el actor.A lo agresivo del proceso médico, Douglas sumó su frustración por la intensiva presencia de paparazzi en los alrededores de su casa de Nueva York, lo que le llevó a tomar la decisión de privarse de sus habituales paseos y encerrarse para proteger su intimidad.En los últimos meses, los tabloides siguieron los pasos del intérprete, buscando fotografías en las que se le pudiera ver debilitado por el cáncer y el tratamiento. Así, Douglas ha protagonizado portadas de publicaciones como 'National Enquirer', donde se ha llegado a decir que estaba al borde de la muerte.
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