miércoles, 1 de junio de 2011

Situación actual del consumo de alcohol en Europa

Europa es la región del mundo donde se consume más alcohol, a pesar de que los 11 litros de alcohol puro bebidos por cada adulto y año siguen representando una sustancial caída desde el reciente pico de consumo de 15 litros, a mediados de los «70». La mayor parte de los europeos consumen bebidas alcohólicas, pero 55 millones de adultos se abstienen; teniendo en cuenta este hecho y el consumo no registrado, el consumo por bebedor alcanza los 15 litros por año.


Casi la mitad de este alcohol es consumido, por la población general, en forma de cerveza (44%), dividiéndose el resto entre vino (34%) y licores (23%). Dentro de la UE15*, los países nórdicos y centrales beben sobre todo cerveza, mientras que el sur de Europa bebe sobre todo vino (aunque España puede ser una excepción, dado que las bebidas más consumidas son cerveza, vino y combinados, en este orden)4. Éste es un fenómeno relativamente nuevo, observándose, dentro de la UE15, una tendencia a la armonización en los últimos 40 años.


En la mayor parte de la UE15, alrededor del 40% de las ocasiones de consumo se concentran en la cena, aunque, en los países del sur, es mucho más probable consumir alcohol a la hora del almuerzo que en otras regiones. Mientras que existe también un gradiente norte-sur en el nivel de consumo diario, el consumo no diario (por ej. beber varias veces por semana, pero no cada día) parece ser más común en la Europa Central.


Beber hasta la embriaguez es una conducta que varía entre los distintos
países de Europa. En conjunto, los adultos de la UE15 informan haberse intoxicado una media de 5 veces al año, y haberse «atracado» (5 o más consumiciones en una sola ocasión) una media de 17 veces («binge drinking») en el mismo periodo3.

Si nos fijamos en la adicción más que en los niveles de consumo, podemos estimar que 23 millones de europeos (5% de los hombres y 1% de las mujeres) sufren una dependencia alcohólica3.
En todas las culturas estudiadas, los hombres tienen siempre mayor probabilidad que las mujeres de consumir alcohol y, si lo hacen, de beber más que ellas.

Casi todos los estudiantes de 15-16 años (>90%) han bebido alcohol alguna vez en la vida. La edad media de inicio se sitúa en los 12,5 años y la primera embriaguez, en los 14 años. La cantidad media consumida en una sola ocasión por los adolescentes de 15-16 años supera los 60 g de alcohol y se aproxima a los 40 g en los países del sur de Europa. Uno de cada 8 (13%) adolescentes de 15-16 años se ha embriagado más de 20 veces en su vida y más de 1 de cada 6 (18%) ha incurrido en un «atracón» tres o más veces en el último mes. La mayor parte de países acusan un incremento del consumo «en atracones», en los jóvenes, entre 1995-1999 y 1999-20033.


A nivel europeo, el impacto sobre la salud se observa en una amplia gama de afecciones, lo que supone un importante coste que asciende a 17 billones de euros de los que tan sólo 5 billones se invierten en prevención y tratamiento del consumo perjudicial de alcohol y la dependencia alcohólica. También hay que tomar en cuenta la vida perdida que puede calcularse bien como pérdida de potencial productivo, bien en términos de valor intangible de la propia vida3.
En este sentido, los jóvenes soportan una parte desproporcionada de esta carga, debiéndose al alcohol más del 10% de la mortalidad de las mujeres jóvenes y en torno al 25% de la de los jóvenes varones. Poco sabemos acerca de la dimensión del daño social en los jóvenes, aunque el 6% de los estudiantes de 15-16 años de la UE refieren peleas y el 4%, sexo no protegido en relación con su propio consumo de alcohol3.

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