Ciudad de México.-En México existe un nuevo patrón de consumo de alcohol entre los jóvenes al que los especialistas se refieren como "consumo explosivo", donde hombres y mujeres por igual ingieren grandes cantidades en corto tiempo y sin control.
Este patrón, señalaron los especialistas, tiene una relación directa con el aumento de muertes por accidentes.
Entre las conclusiones a las que llega un estudio que fue realizado a jóvenes universitarios de entre 19 y 21 años de distintos estratos sociales, destacan que el tipo de relación familiar que vive el joven en casa, así como su habilidad para relacionarse con otros y expresar sus emociones, son factores que incide en la actitud que éste tiene ante el alcohol.
De hecho, se calcula que 3 de cada 10 universitarios podrían tener problemas moderados o severos con su consumo de bebidas alcohólicas, mientras que los restantes 7 son de bajo riesgo.
Asimismo, señala el estudio, la causa más común que provoca dicho consumo explosivo es la fobia o presión social.
Apunta también que consumir alcohol antes de los 15 años de edad, aumenta la posibilidad de consumo a largo plazo y que los sujetos de alto consumo de alcohol tienen una tendencia al sobrepeso y antecedentes de violencia.
Estas conclusiones son parte del estudio denominado "Proyecto Odisea" que estudió el consumo de alcohol por tres años consecutivos en más de mil 485 jóvenes universitarios.
Por medio de este seguimiento se pudo descubrir que esta modalidad "explosiva" de consumo de alcohol entre jóvenes, se presenta los fines de semana, desde el jueves, viernes y sábado.
Entre los resultados encontrados, destacan también que los sujetos que más fuman, son los que consumen bebidas alcohólicas en mayor cantidad. Asimismo hay una relación con el tipo de relaciones que establecen pues 1 de cada 5 jóvenes con alto riesgo en el consumo de alcohol, no tienen pareja.
El citado análisis también evidencia que en este patrón de consumo peligroso intervienen aspectos de tipo psicológico, físico y social, pues en estos jóvenes, se encontraron variables comunes como falta de comunicación materna o filial, estrés, ansiedad, depresión, dificultad para establecer relaciones interpersonales y creencias o actitudes de insatisfacción de su propia vida.
Estas variables, explicó el doctor Joaquín Marbán, líder de este proyecto, "se relacionaron con un mayor consumo de alcohol. Se observó que los jóvenes con menor capacidad asertiva (habilidad para expresar sus emociones positivas o negativas o para decir no) incurrían con mayor frecuencia en el consumo de alcohol, para lograr desinhibirse, mejorar sus relaciones con el grupo de amigos o poder acercarse a una chica".
Asimismo, sobre la estadística que indica que tres de cada 10 universitarios podrían estar en riesgo por su consumo de alcohol, explicó "2 de cada 10 jóvenes tienen un riesgo moderado y 1 se encuentra en un nivel de consumo de alto riesgo".
Añadió que sin importar su edad, los consumidores frecuentes de bebidas alcohólicas o aquellos que lo consumen de manera abundante, pueden ser considerados dentro de una etapa de pre-alcoholismo.
Una persona es pre alcohólica cuando lleva un estilo de vida que puede llevarle al alcoholismo y en sus prácticas regulares está la necesidad del consumo del alcohol para sentirse bien e incluso para contrarrestar la resaca del día siguiente con el consumo de bebidas alcohólicas, incluso en ayunas.
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